11-2-2023 EL SEÑOR GARAMENDI

Pues yo pensaba que Antonio Garamendi, el presidente de la CEOE, -esto es de la patronal- era empresario. O sea que como tal había ido ascendiendo en la escala del asociacionismo empresarial para llegar a la cúpula de las organizaciones de esta naturaleza. Pero, no. Ahora hemos sabido que Garamendi era y es un asalariado. Bueno con una cifra de compensación por el trabajo que realiza del orden de los 380.000 euros anuales, que no está mal.

 

Estoy en contra que la representación de los industriales, comerciantes y demás, esté en manos de alguien en el que el riesgo no es un ingrediente principal, sustancial de su actividad. Entre otras razones porque parece normal, coherente, lógico que quien represente a la patronal sea un empresario. Y no un representante de éstos. Claro que puede representar a los empresarios uno que no lo sea. Pero seguro que los representa menos. Es como si en el ámbito sindical, el presidente de Comisiones o de la UGT fuera un empresario. Podría serlo, sí. Pero no se comprendería. Una incompatibilidad de origen.

 

Se me puede decir, que toda esta reflexión importa poco. Que en definitiva lo importante son los resultados. Los que Garamendi al frente de la CEOE pueda alcanzar. Y que ello se consiga siendo un asalariado de esta organización o propietario de una empresa, es igual. A este argumento se le puede naturalmente oponer que solamente quien está asumiendo unas responsabilidades y unos riesgos de negocio, puede tratar de optimizar los intereses de sus iguales, a quienes representa. Porque conoce mucho mejor las interioridades y la esencia de la actividad y funciones que desempeña en nombre propio.

 

También podrá alegarse que estamos ante una mera cuestión estética. Y puede que en parte sea así. Y que lo sea,- en este caso también me parece a mí, pero en un sentido negativo,- cuando ahora se ha conocido cuál es la remuneración del señor Garamendi. ¿Tenía que publicarse en estas horas, cuando se están discutiendo los costes salariales, los efectos de la inflación y los beneficios producidos en algunos sectores económicos que todos conocemos?. Pues creo que no. Que no ha sido el mejor momento. Y todo ello al margen de la labor profesional que pueda desarrollar el Sr.Garamendi, que es otra cuestión, a la que imagino la Junta Directiva de la CEOE ya habrá sabido enjuiciar.

 

Total. Mejor buscar a un empresario de verdad para la presidencia de la gran patronal. Aunque a juicio de la historia vivida en estos últimos años y de los riesgos que ello entraña, supongo que fácil de encontrar no lo es.

 

Habrá que seguir buscando.

 

11 de febrero de 2023