9-2-2023 ILUSIÓN Y REALIDAD

Lo de la economía, los grandes números, la llamada macroeconomía y los resultados que arrojan las principales cifras sobre el estado de salud del país, constituye siempre una de las controversias fundamentales entre gobierno y oposición. Mientras Sánchez o la ministra Calviño, presumen que la economía española se encuentra en una fase de crecimiento, con el viento a favor, las huestes de Nuñez Feijoo claman por lo contrario. Abundan en este espacio las estadísticas de uno y otro signo. Todos dan cuenta de las suyas. Y como que se supone o se espera que las estadísticas son objetivas, neutrales y ciegas, el partido que las publica las vende como prueba absoluta de veracidad, de credibilidad.

 

Claro que las estadísticas, en ciertos casos pueden semejarse a las encuestas, a los muestreos. Dependiendo naturalmente de quien las hace. Lo que se llama también «la cocina». Esto es, una vez obtenidos los datos, hay que analizarlos, clasificarlos, limpiarlos para llegar a conclusiones que sean digamos, entendibles y hasta digeribles. Y ahí es donde en ocasiones interviene el subjetivismo, la opinión o la tendencia de quien se pone al frente de esta original gastronomía. O bien se inclina porque las cifras, se publiquen así, desnudas o bien opta por «aderezarlas» con sal o alguna otra especia. Recuerdo siempre que Churchill decía que solo se creía las encuestas que él encargaba. Y seguro que, a través de su larga trayectoria política, encargó unas cuantas.

 

En cualquier caso y al margen de estas disquisiciones quiero referirme brevemente a las cifras del Banco de España que me merecen cierta confianza. Y ahí se han producido también divergencias entre el tono triunfalista del ejecutivo y los reproches del Partido Popular. La realidad,- que no la ilusión- ha sido que el descalabro que sufrimos en el 2020 con la pandemia y el retroceso en las cifras del Producto Interior Bruto,- esto es la riqueza producida en el país-, no ha empezado a recuperarse hasta finales de 2022. En 2019 el PIB era de 1.245.000 millones de euros y han transcurrido casi tres años, para recobrar esta cifra. En 2022, 1.328.000 millones.

 

Pero lo que sucede, y esto es lo que raramente se menciona, es que para llegar a los resultados anteriores, hemos tenido que endeudarnos bastante más de lo conveniente. Así en 2019 teníamos una deuda pública del 98% del PIB y en 2022, estamos ya llegando al 117%. Esto es, el crecimiento,- menor pese a los alegatos de la Sra. Calviño-, se ha tenido que financiar con recursos externos. Algo así como trescientos mil millones más de deuda en tres años.

 

Esta es una aproximación a la realidad. La ilusión, la esperanza es otra cosa. Aunque el gobierno ya nos tiene bastante acostumbrados a ello.

 

Y así para seguir tirando.

 

9 de febrero de 2023