5-4-2023 CELOS, MUCHOS CELOS

Indudablemente las actuaciones y movimientos estratégicos, del tipo y naturaleza que sean, tienen mucho que ver con las enemistades, las envidias, los celos que se prodigan siemore,- como en una comunidad de propietarios cualquiera-, entre la clase política.

 

Sin ir más lejos, el ejemplo de la incursión en el marco electoral de la «fashion» y ahora muy distinguida Yolanda Díaz y las discrepancias con sus compañeras en el Parlamento, léase la señora o señorita Belarra y la señora de Pablo Iglesias, Irene Montero.

 

Resulta evidente que todas quieren ser las más relevantes, las primeras en salir en la foto y las que ostenten el liderazgo. Y que ninguna de ellas quiere someterse a la batuta de quien pueda hacerles sombra o reducir su espacio electoral.

 

Así las cosas dificilmente se van a producir acercamientos serios y convergencias entre el bautizado «Sumar» y Podemos. En definitiva algo tan elemental como quien va a mandar, quien va a ser el protagonista y quien va a decidir las listas electorales.

 

Este es un caso bastante elocuente de las historias que discurren al margen de los deseos de los ciudadanos. Importa más el factor personal, que otra cosa. Y por supuesto, por mucho que se diga, el manoseado «interés general», interesa más bien poco.

 

Ayer mismo leía que los resultados de una encuesta señalaban la voluntad mayoritaria de los entrevistados de un gobierno PP/PSOE. Entendían que el cocktail sería la conjunción más óptima que asegurara la estabilidad y el crecimiento del país.

 

Pero naturalmente esta opción, nada tiene que ver con lo que pueda ocurrir. Mañana o pasado. Y voy más allá. Esto es, la absoluta imposibilidad de una ecuación semejante. Y ello no significa que en bastantes segmentos de la actuación pública no pudieran coincidir los dos partidos. Seguro que sí. Pero la lucha cainita está profundamente enraizada en la alfombra política. ¿La superación de los partidos por la supuesta defunción de las ideologías?. Pues no. ¿La superación de derecha e izquierda en un entorno de una sociedad del bienestar, más o menos atormentada? Pues tampoco. Y si a esto le añadimos la tantas veces aireada «quimica» personal de los dirigentes, celos y envidias a los que me refería antes, llegamos a conclusiones bastante pobres y hasta tristes, acerca de los que nos gobiernan y el servicio que nos prestan.

 

Vamos a ver como sigue y como va a terminar el forcejeo a la izquierda del PSOE. Porque Pedro Sánchez precisará de la muleta de estos grupos, del mismo modo que Feijoo tendrá forzosamente que apoyarse en Vox. Y ahí también se produce un contencioso personal entre los dos líderes.

 

Mejor que lo dejemos aquí.

 

5 de abril de 2023