La verdad es que no es fácil comprender porque los verdes, el partido de la ecología alemana, se está saliendo con la suya y se han cerrado las tres últimas centrales nucleares. Ahora, en 15 de abril. La apuesta es absoluta y total por las energías alternativas. Sol y viento. Pero en Alemania no siempre sale el sol y el viento tampoco sopla de manera regular por todas partes. Y en cambio la electricidad se precisa siempre. Y cada vez en cantidades más importantes.

¿Qué está sucediendo? Pues que el abandono de la energía nuclear ha conducido a que se tenga que importar electricidad de Francia y otros países de la Europa central. Y que además tenga que recurrirse nuevamente a las centrales convencionales de carbón. En definitiva, convirtiendo al país en dependiente del extranjero y por otra parte resucitando el tan denostado carbón, como fuente básica de producción.

Pero es qué además, si consideramos que Alemania no es nadie, geográficamente hablando, en comparación con las extensiones de gigantes como los Estados Unidos, Rusia, China o la India, uno se pregunta qué importancia va a tener en el orden de la ecología global el cierre de tres centrales, si lo comparamos con las centenares existentes en estos países e incluso en la vecina Francia. Porque, lo que es evidente es que nadie va a seguir el ejemplo de Alemania. Veremos cómo los verdes en el gobierno alemán, siguen en un próximo futuro con esta política o moderan sus ambiciones, tan poco realistas. Genera también una cierta perplejidad el que los socios de coalición no se hayan opuesto a esta política que perjudica muy gravemente a su industria. Los alemanes son gente realista, son tenaces constantes incisivos y también dinámicos, pero en el capítulo energético han ido demasiado lejos.

Y se están dando cuenta. Aunque ya es un poco tarde.

20 de abril de 2023