12-12-2022 SCHOLZ

Abundan las críticas al canciller Scholz. No se ha tardado demasiado tiempo para enjuiciarle. Para criticarle. Pienso que con Angela Merkel hubo más paciencia. Condescendencia. Serían otros tiempos. Sin pandemia. Sin guerra de Ucrania.

 

A Schloz, sus conciudadanos le recriminan que no haya adoptado medidas más drásticas mandando más tanques al frente. Los famosos Leopard. La ministra de defensa ha replicado que el manejo de estos vehículos precisan de un aprendizaje complejo. Mejor enviar entonces viejos tanques rusos aparcados en los antiguos países de la órbita soviética, hoy miembros de la OTAN.

 

El canciller no lo tiene fácil. Después de los años de noviazgo con Putin, con Schröder el viejo canciller en la cúpula del gigante gasístico Gazprom, dar la vuelta y empezar casi de cero programando nuevos suministros energéticos, resulta una tarea tremendamente complicada. Además la ayuda a Ucrania tiene unos límites que no se desean rebasar. Estar peleados con Putin sí. Pero sin renunciar al diálogo, sin renunciar a descolgar el teléfono y hablar.

 

Además Scholz no está solo. Verdes y liberales comparten el gobierno de coalición. Cada uno de ellos con estrategias y objetivos distintos. Y se trata de que el gobierno funcione. Los verdes ensimismados con las energías alternativas. Aunque finalmente vuelvan al carbón y se vayan a Qatar a por el gas. Y Lindner el portavoz del FDP, de los liberales, tratando de contener el mayor gasto financiero que está por venir y a su vez actuando de protector de la gran industria alemana.

 

Concluyo que Scholz no lo está haciendo tan mal. Naturalmente desde la distancia geográfica que me separa de la República Federal. Ha cumplido prácticamente un año desde su toma de posesión. Un gobierno de coalición a tres bandas sin precedentes en la historia posterior al fin del conflicto mundial. Una estabilidad en precario, por el momento con pocas fisuras.

 

Los europeos seguimos dependiendo en gran parte de la salud económica y también política de Alemania.

 

Esperemos y deseemos que esta salud, -hoy ni buena ni mala-, vaya aguantando en favor de la propia Unión Europea.

 

lunes, 12 de diciembre de 2022