11-9-2023 CELSA. LA CAÍDA

Estos días abundan los comentarios acerca de la resolución judicial que ha entregado la propiedad de esta empresa a los acreedores. Una compañía siderúrgica importante, con factorías en distintos países y con una facturación que llegaba a los seis mil millones de euros.

 

La verdad es que me ha sorprendido un tanto la decisión del juez, pero aún más por el hecho de la relación que durante bastante años mantuve con el ya fallecido patriarca de la familia propietaria. Pienso que con su muerte se ahorró este tan penoso trance. Su hijo, que en estos últimos años ha estado llevando las riendas de la empresa, es suficientemente joven como para empezar, con esta amarga experiencia, otras singladuras. Así se lo comenté. Aunque este no es un país que favorezca las iniciativas y olvide los tropiezos.

 

Difícilmente se puede escapar a las veleidades de la coyuntura económica. Y más cuando la empresa se halla muy endeudada tras una fase de crecimiento. Es lo que le sucedió a Celsa. Muchas filiales adquiridas a buenos precios, pero con escasa o sin rentabilidad. Y los márgenes en éste y en todos los sectores, son el rey. Sin márgenes apenas, con unos costes crecientes y unas estructuras difíciles de adelgazar, la gestión en una empresa se hace difícil y arriesgada. Y cuando el barco empieza a hacer aguas, los que te apoyan, las instituciones financieras, se van. Te abandonan. Tampoco es ninguna novedad.

 

Las empresas familiares en Catalunya, desde el advenimiento de la democracia han venido menguando. Y ésta era muy emblemática. De las pocas, grandes, que quedaban.

 

Triste. Muy triste.

 

11 de septiembre de 2023